El pasado 14 de junio. el alumnado de los ciclos de Promoción de Igualdad de Género y Animación Sociocultural y Turística del CIP FP La Costera, visitó la Granja l’Ombria ubicada en el término municipal de Vallada (comarca de La Costera).

La visita ha resultado ser gratificante y enriquecedora para el alumnado en numerosos aspectos. Según la valoración por parte del mismo, fue positiva ya que pudieron tener un acercamiento con las personas que se encontraban en el recinto, tanto trabajadoras como acogidas.

Además, se quiere destacar la importancia de las actividades socializadoras y humanizadoras que se llevan a cabo en la Granja, ya que en todo momento nos han acogido, nos han explicado cuál es su labor en las instalaciones y han compartido con nuestro grupo sus duras historias de vida.

Durante la visita, se realizó un recorrido por las instalaciones, con la finalidad de conocer su filosofía de vida basada en la economía sostenible y respeto con el medioambiente. Nos mostraron cómo se trabajan los
cultivos y los diferentes tipos de bioconstrucción que emplean sin propiciar un impacto negativo en el medio.

Se ha observado que el funcionamiento es complejo, ya que las personas acogidas se encuentran un tiempo determinado, lo que hace que los proyectos pasen de unas personas a otras y se requiere una gran coordinación para un trabajo tan duro.

Tras conocer las instalaciones, nos adentramos de lleno en su mundo. Para ello, comenzamos cantando una canción entre todos/as: La canción del cantante Macaco titulada Blue (Diminuta Planeta Azul) y posteriormente se comentó y puso en común alguna idea principal que la letra de la canción transmite. A continuación, se le dió la palabra a los chicos acogidos, para que compartieran con el grupo las experiencias de vida, su situación actual y sus planes de futuro.

Está claro que el intercambio cultural, es beneficioso para todos/as ya que permite comprender cuál es la situación de la otra persona y qué
se puede mejorar en la calidad de vida.


La necesidad de compartir de forma cercana estas vivencias, ha permitido que este contacto y la experiencia sea extraordinaria para el alumnado, ya que la mayoría nunca había tenido la posibilidad de sentir algo así.


Además, el principal objetivo es ayudar a desarrollar las capacidades de autonomía, autoestima y organización, por eso realizan diferentes talleres de habilidades sociales, mediación y relajación para una buena convivencia
comunitaria; y talleres de bioconstrucción y permacultura donde aprenden a trabajar con la naturaleza, utilizando sus recursos naturales para desarrollar proyectos de arquitectura o de cultivo.

Por otra parte, es importante destacar la necesidad de figuras femeninas en la comunidad, ya que al carecer de ellas, no se brinda oportunidad a las mujeres a formarse de manera equitativa y sería muy nutritivo poder formar una comunidad donde se reflejara la igualdad entre ambos sexos. La participación social de la mujer es imprescindible en cualquier ámbito de la vida pública, y en este en concreto constata un escalón más para trabajar por una comunidad no sexista. De esta forma, se incluiría una mirada violeta para tratar la diversidad, el respeto, el amor y el cuidado por los seres humanos, desde la propia vivencia.

En definitiva, este proyecto es un encuentro con la naturaleza, para vivir con ella y no contra ella, donde todas las acciones giran alrededor de la vida y de las segundas oportunidades. La ilegalidad no es una cualidad humana y este constructo social se debería de quedar al otro lado de la frontera para poder acoger con los brazos abiertos y sin prejuicios a aquellas personas que se ven obligadas a migrar de su país, como hace AVSA.

“No hay vidas ilegales, pero sí pensamientos que deberían serlo”.